La seca es un proceso de deterioro que afecta a todas las especies del género Quercus y que termina con la muerte del árbol. A priori puede ser causado por diferentes hongos y plagas de insectos. En Andalucía, afecta a poblaciones de alcornoques (Quercus suber), encinas (Quercus ilex) y algunos tipos de robles, sobre todo en las provincias de Cádiz , Huelva y Sevilla.
La consecuencia más evidente de la seca es la dificultad de regeneración del bosque. En el caso de Parque de los Alcornocales, el número de especímenes de alcornoque se recude cada año.
La seca se asocia a una conjunción de factores más o menos determinantes, entre los que destaca el ataque un hongo xilófago, el Phytophthora cinnamomi. Este hongo que entra por zonas lesionadas del árbol o directamente por las raíces absorbentes, inutilizándolas. Produce la marchitez de las hojas, la muerte de brotes, ramas y raíces hasta la muerte del árbol. Sus esporas y el micelio pueden ser transportadas hacia otras zonas por el agua, viento, tierra, animales, hombre , labores agrícolas…
Otros factores que intervienen suelen ser:
En la provincia de Cádiz el problema se extiende por el Parque de Los Alcornocales. Sus efectos producen una reducción constante de la masa forestal, a pesar de los intentos de repoblación.
Las consecuencias de la seca son enormes, tanto a corto como a largo plazo, entre las que podemos señalar:
Porcentaje de masas de población mundial de alcornoques
Dada la dificultad en identificar las causas, no existe un tratamiento totalmente efectivo para conseguir la recuperación del árbol enfermo. El tratamiento habitual, a día de hoy, se centra en prevenir la extensión a otros especímenes sanos.
El procedimiento habitual para enfrentarse a la enfermedad se basa en: